“Todo lo que nos irrita de los demás puede conducirnos a la comprensión de nosotros mismos” C.G. Jung. Psicólogo y ensayista suizo "El Remordimiento de Orestes" William-Adolphe Bouguereau (1862) El estrés, la admiración , el desprecio y el entusiasmo que sentimos por otros ya sean individuos o colectivos es una señal psicológica de nuestro interior; esa especie de reflejo es lo que se conoce como proyección psicológica y funciona como un patrón inconsciente que opera en situaciones de conflicto emocional, atribuyendo a otras personas u objetos los sentimientos, impulsos o pensamientos propios que resultan inaceptables para el sujeto. Por una parte, las proyecciones positivas son aquellas que generan reacciones creativas en nuestro ser y son causadas por alguien que comparte aquello que aceptamos en nosotros (ya sean logros, actitudes o sentimientos). En cambio aquello que negamos en nosotros y reprimimos se proyecta en personas que aborrecemos causando reaccion